Únanse a la oración por las vocaciones

Friday, Nov. 07, 2014
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By The Most Rev. John C. Wester
Bishop of Salt Lake City

Traducido por :Laura Vallejo
Esta semana del 2 al 8 de noviembre celebramos la Semana Nacional de Vocaciones, la cual fue establecida en 1976 por la Conferencia de obispos Católicos de  los Estados Unidos para promover las vocaciones al sacerdocio, diaconado y vida consagrada a través de la oración y la educación.
El mes de noviembre pasado el Papa Francisco en su exhortación apostólica, Evangelii  Gaudium, resaltó la necesidad continua de construir una cultura de vocaciones. 
“Es la vida fraterna y fervorosa de la comunidad la que despierta el deseo de consagrarse  enteramente a Dios y a la evangelización, sobre todo si esa comunidad viva ora  insistentemente por las vocaciones y se atreve a proponer a sus jóvenes un camino de  especial consagración”, escribió el Papa Francisco.
Por supuesto que todos tenemos una vocación ya que todos estamos llamados por Cristo para una propósito específico en la vida. Cada uno de nosotros estamos llamados a servir la Señor como fieles seguidores, ya sea el de la vida de casados, solteros, consagrados o ordinariamente.
Con la semana Nacional de Vocaciones enfatizamos en la vida religiosa y de ordenación ya que en los últimos 50 años hemos experimentado una gran falta de sacerdotes, hermanas y hermanos.
Espero que todos en nuestra diócesis se unan conmigo haciendo un esfuerzo especial para promover las vocaciones, no solo en esta semana sino en todo el año. He escuchado de muchos cuanto aprecian a sus sacerdotes a sus hermanos/as, pero no estoy muy convencido de que esas mismas personas están haciendo todo lo posible para fomentar vocaciones.
Recuerdo en una homilía hace muchos años, en la cual el obispo le pregunto a las personas si merecían un sacerdote. Me impresione mucho. ¿Cómo es que se le ocurrió preguntar eso?. El Pueblo de Dios ciertamente merece un sacerdote!. Pero el obispo continuo explicando que muchas personas no hacen nada para promover las vocaciones y si este es el caso, ¿cómo es que ellas merecen un sacerdote?.
 Que podemos hacer para promover las vocaciones?. Pues nosotros podemos:
Tal vez ustedes podrían preguntar 
o Orar. La oración es muy importante. Durante el Adviento y siguiendo hasta el próximo mes de noviembre comenzaremos 40-horas de Devoción por las Vocaciones en las parroquias de la diócesis. Se ha asignado una semana a cada parroquia en la cual se les pide que dediquen 40 horas de oración ante el Sagrado Sacramento,  enfatizando en oración por las vocaciones en la Diócesis de Salt Lake City. Su párroco tendrá más información acerca de esta importante oportunidad e oración.
o Anime a sus hijos a pensar acerca de las vocaciones al sacerdocio o la a vida religiosa y a orar para estar abiertos ante la invitación. Si los padres de familia no promueven esos llamados como admirables e importantes, lo más seguro es que los niños no los consideren.
o Invite a una joven mujer u hombre a considerar la vocación al sacerdocio o a la vida religiosa. Muchos sacerdotes y Hermanas han mencionado que fueron muy influenciados para ser sacerdote o religiosa ya que alguien los invito a considerar tal llamado.
o Pregunte a su párroco que puede hacer para apoyar al promotor de vocaciones de su parroquia (cada parroquia tiene uno). Ofrézcase como voluntario para asistir o participar en el programa que su parroquia lleva a cabo, tal como en el programa de la Cruz pro las vocaciones, en donde una familia se lleva la Cruz durante una semana a sus hogares para orar por las vocaciones.
o Llame al diácono Ricardo Arias, nuestro Director Diocesano de vocaciones, y pregúntele que puede usted hacer para promover las vocaciones en Utah. Existen varios programas diocesanos para apoyar las vocaciones que necesitan de su ayuda.
Desde mi propia experiencia, no puedo pensar en otra vida  más disfrutable, satisfactoria, llena de gracia que la de un sacerdote. Cada día mi propio sacerdocio ha estado lleno con innumerables bendiciones y alegrías. Si también ha habido momentos difíciles y retos – toda vida los tiene – pero Cristo usa esos momentos para darnos crecimiento y aún mayores satisfacciones.
Nuestra diócesis cuenta con la bendición de maravillosos sacerdotes y hermanas; alegres, sacerdotes enteros y mujeres religiosas que reflejan la alegría del Señor en sus vidas. De hecho, nuestras hermanas y sacerdotes son los mejores promotores de vocaciones ya que ellos muestran con su ejemplo la alegría de la vida dedicada al llamado de Dios. 
Por favor oren por ellos, porque su testimonio y ejemplo conlleven a más vocaciones locales en nuestra Iglesia. 
Por favor también oren para que el Señor de los Huertos nos envié mas trabajadores para servir al Pueblo de Dios, que haya muchos jóvenes que escuchen el llamado del Señor y que lo respondan positivamente.

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