Seguir a Dios es el camino a la felicidad de un seminarista Mexicano de la diócesis

Friday, Nov. 07, 2014

SALT LAKE CITY — Cuando niño, Sergio A. Chávez, un seminarista de la Diócesis Católica de Salt Lake City, fue como cualquier otro niño en su natal Huejucar, Jalisco, México, hasta que escuchó el llamado al sacerdocio.

“Cuando era pequeño ni siquiera me gustaba ir a la Iglesia y cuando iba me la pasaba jugando y haciendo mucho ruido”, dijo Chávez.

Pero un buen día un sacerdote se le acercó y todo cambio.

“Tenía como 8 años de edad y realmente escuché a Dios llamándome y comencé a pensar que un día quería ser sacerdote”, dijo Chávez.

Después de graduarse de la preparatoria, decidió ingresar al seminario en México.

“En ese entonces mis papeles originales de la preparatoria habían sido enviados a la Universidad de Guadalajara así es que yo solo tenía copia de e-llos”, dijo Chávez. 

Las copias no fueron suficientes y no fue aceptado en el seminario y ya que la fecha de admisión estaba por cerrarse y los documentos originales no llegaban asi que le dijeron a Chávez que tendría que esperar un año para poder ser admitido.

Determinado a ingresar al seminario, Chávez aceptó que tendría que esperar un año más. Fue en ese tiempo cuando uno de sus tíos lo invitó a un viaje recreativo a los Estados Unidos.

“Fue algo muy interesante ya que yo siempre había dicho que no quería ni necesitaba viajar a los Estados Unidos, pero cuando mi tío me invitó y ya que estaba esperando a que el año pasara para entrar al seminario decidí ir con él”, dijo Chávez.

Durante el viaje, visitaron Utah, en donde se reunieron con el Padre Hernando Díaz quien cambiaría el destino de Chávez para siempre.

“Platicándole mi vida y lo que había pasado y que solo estaba en espera de poder ingresar al seminario, me pregunto ‘¿Por qué no entras al seminario aquí en los Estados unidos y te conviertes en un seminarista para la Diócesis de Salt Lake City?”, dijo Chávez, agregando que en ese momento pensó que eso nunca sucedería y que el sacerdote sólo estaba siendo amable con él.

Pero unos días más tarde, y para la gran sorpresa de Chávez, este recibió una carta de la Oficina de Vocaciones invitándolo a presentarse para una entrevista.

“Fue hasta entonces cuando pensé que como seres humanos a veces pensamos que queremos hacer tal o cual cosa pero la voluntad de Dios es siempre al que nos guía”, dijo Chávez.

Después de algunos meses de papeleos, Chávez comenzó su caminar formalmente hacia el sacerdocio en el 2002 estudiando filosofía en el seminario de México; para entonces llegar otra vez a Utah y estudiar inglés en la Universidad de Utah.

“Después de que pasé los exámenes que son requisito ingresé al seminario Mount Angel en Oregón, ya que uno solo puede estudiar allí si tiene un cierto nivel de inglés”, dijo Chávez quien ahora se encuentra estudiando teología.

Chávez dijo que su camino ha estado lleno de aprendizajes, y se ha enfrentado a varios obstáculos los cuales lo han hecho fortalecerse más tanto espiritualmente como en su fe. 

Quiere que los demás jóvenes que a lo mejor están considerando una vocación sepan que el camino hacia el sacerdocio es un camino lleno de alegrías.

“Debemos de aprender a escuchar a Dios; en el mundo de hoy que está lleno de voces invitándonos a disfrutar de las comodidades y los lujos que al final son vanos… Deja que Dios te hable, escucha que es lo que Él quiere de ti, abre tu mente y tu corazón. Dios tiene un plan para cada uno de nosotros y nunca nunca te va a fallar. El conoce nuestros defectos y sabe que cometemos errores, pero aun así siempre está con nosotros”, dijo Chávez.

También le pidió a su nueva comunidad en Salt Lake que no se olvide de orar por los seminaristas.

“No nos olviden. Aquí en Utah he encontrado a una maravillosa Iglesia en la cual todos y cada uno de las personas están luchando y trabajando en sus talentos para crecer el reino de Dios y me siento muy contento y feliz de poder ser parte de una comunidad tan maravillosa”, dijo Chávez, quien también disfruta de andar en bicicleta, realizar caminatas así como ir de pesca y acampar.