"Sean agentes de vida y de luz," el Obispo Solis pide en oración durante la Misa por el No Nato

Friday, Jan. 27, 2023
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El Obispo Oscar A. Solis celebró la Misa anual por el No Nato en la Catedral de la Magdalena.
By Laura Vallejo
Intermountain Catholic

SALT LAKE CITY — El 20 de enero, el Obispo Oscar A. Solis celebró la Misa anual por el No Nato en la Catedral de la Magdalena. Feligreses de todas las parroquias y misiones de la Diócesis de Salt Lake City así como miembros de los comités diocesanos pro vida, estudiantes y administradores de las escuelas Católicas de Utah, y los Caballeros de Colón, estuvieron presentes en la ceremonia.

Concelebrando estuvieron monseñor Colin F. Bircumshaw, vicario general; el Rev. Martin Diaz, rector de la Catedral; así como varios sacerdotes diocesanos. Los diáconos Guillermo Mendez y Scott Dodge sirvieron en la ceremonia.

Al principio de la Misa el Obispo Solis, hablando en inglés y en español dijo que, “cada vida humana es de gran valor y dignidad, merecedora de respeto, protección y salvaguardas, y cualquier amenaza a la dignidad humana y a la vida debe de ser sentida en y por la Iglesia, así es que hoy nos reunimos para orar y comprometernos nuevamente a promover el Evangelio de la vida.”

Durante su homilía el Obispo Solis recalcó que la Vigilia de oración por la protección de la vida permitió que los asistentes se unieran a millones de Católicos que a nivel nacional celebraban la vigilia anual de oración por el fin del aborto y por la vida la cual estuvo patrocinada por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos.

“En Su plan divino creemos que cada persona es creada a su imágen y semejanza de Dios, hecha para estar en amorosa unión con Él,” dijo el Obispo.

El Obispo dijo que los presentes en la Misa se reunieron para recordar y honrar las vidas que se han perdido agregando que la Eucaristía de esa vigilia se ofrecía por todas las almas matadas antes de nacer, por sus madres y padres, y por todos quienes se han visto afectados por el dolor que el aborto ocasiona.

“En el antiguo Testamento se nos dice que hemos sido creados maravillosamente; es así que cada vida humana tiene valor y es hermosa ante los ojos de Dios, aun los bebes indefensos en los vientres, los niños con retos mentales o físicos, los ancianos y los enfermos terminales, los refugiados y los encarcelados, las madres embarazadas que se enfrentan con circunstancias difíciles en sus vidas,” dijo el Obispo subrayando que las enseñanzas de la Iglesia son muy claras en que cada vida humana desde su concepción hasta la muerte natural es sagrada.

El Obispo dijo que cada vez que un bebé muere en el vientre, algo muere también en la humanidad y a lo largo de las décadas en que el aborto fue legalizado en los Estados Unidos, “todos sabemos que nos hemos quedado cortos en lo que se espera de nosotros.”

Ahora que la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos ha cambiado las leyes de aborto, los Católicos y otras personas de buena voluntad siguen sus esfuerzos para la construcción de una cultura de vida.

En Obispo dijo que en cada Misa se les recuerda a los Católicos el infinito amor de Dios por la humanidad, ya que El Padre envió a Su único Hijo para la salvación de la humanidad, y les pidió a los presentes siempre respetar la vida.

“Nos reunimos con la convicción del amor  intrínseco en cada vida humana en todas sus varias y diversas etapas, que debe de ser amada, respetada, alimentada y protegida… cuando nos reunimos alrededor de este altar el amor sacrificial de Cristo y el regalo de la salvación de Dios cobran vida y permanecen con nosotros,” dijo el Obispo Solis.

Afirmando que todas las personas deben de estar conscientes de que la Gracia de Dios es la que impulsa a compartir con los demás, el Obispo dijo que “es importante que demos testimonio al mundo de la verdad que el amor y la compasión pueden restaurar la dignidad humana y construir una mejor sociedad que abarque a aquellos rechazados por otros en donde quienes están sufriendo experimentan el amor de Dios y encontraran un mugar mas acogedor y seguro.”

Después de la Comunión comenzó la Ceremonia de las Luces en donde el Obispo Solis solicitó la gracia de Dios “para poder ser verdaderos agentes de vida en nuestra sociedad y en nuestro mundo combatiendo así la cultura de la muerte.”

Las velas encendidas en frente del altar representaron a las victimas del aborto en el estado de Utah incluyendo a miles de niños no nacidos, “así como miles de mujeres que sufren de muchas maneras por haber tomado esta decisión… también las víctimas incluyen a los hombres que perdieron a sus hijos e hijas,” dijo el Obispo.

“La vida es un don maravilloso y precioso de Dios,” dijo el Obispo conforme las luces de la Catedral iban disminuyendo su resplandor para un minuto de silencio.

La ceremonia concluyó con una oración. Conforme las personas salían de la Catedral, veladoras encendidas los esperaban para ser colocadas a las afueras de la Catedral.

“Qué manera más hermosa de orar por todos los pequeñitos que no tuvieron la oportunidad de nacer y vivir esta vida,” dijo Maricela Jiménez, feligrés de la parroquia del Sagrado Corazón conforme encendía una veladora.

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