Ninguna tormenta de nieve detiene la oración por los abortados

Intermountain Catholic

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Rachel Moore lee la reflexión de una de las estaciones de la cruz meditadas por la comisión pro-vida de la diócesis y otros en el domingo después del aniversario de la decisión de la Corte Suprema que legalizó el aborto. foto del IC por Priscilla Cabral

SALT LAKE CITY — Ni una tormenta que rompió un récord de precipitación en Utah de 22 años pudo evitar que más de 50 personas se reunieran en el mausoleo del Cementerio Católico Monte Calvario en Salt Lake City, para orar por los niños cuyas vidas fueron terminadas por el aborto.

"El salvar las vidas de los bebés es un tema muy importante, especialmente durante el (36º) aniversario de Roe v. Wade", dijo Rachel Moore, quien junto a su esposo Tim, sirve como la pareja encargada de la comisión pro-vida para los Caballeros de Colón.

Roe v. Wade es la decisión de la Corte Suprema que legalizó el aborto en todo el país. Esta decisión le concedió a las mujeres una autonomía total sobre su embarazo durante el primer trimestre y definió distintos niveles de interés del Estado durante el segundo y tercer trimestre.

Entonces, cada año, durante el domingo más cercano al día del aniversario, la comisión pro-vida de la diócesis organiza un servicio del rezo del Rosario para los bebés que perdieron la vida, los ancianos y enfermos a quienes se les practicó la eutanasia, los padres que decidieron terminar con un embarazo y por los doctores que efectúan el aborto y la eutanasia. Sin embargo, en este año, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB por sus siglas en inglés) recomendó que los participantes reflexionen en las estaciones de la cruz en vez de rezar el Rosario.

"El que Jesús muera se relaciona con todos los bebés que se están muriendo", dijo Sarah Masek, 12.

El número de abortos siendo efectuados es increíblemente alto.

"187,000 abortos son hechos en el mundo cada día", dijo Veola Burchett, Directora de la Oficina de Matrimonios y Vida Familiar de la Diócesis Católica de Salt Lake City, al final del servicio de oración.

"Algo tiene que suceder. Algo tiene que parar", dijo.

Ofensas a la vida humana no pueden ser detenidas solamente por medio de la legislación, sino también por medio de la oración, dijo Burchett.

El movimiento pro-vida tendrá que hacer mucha oración especialmente ahora que el presidente Barack H. Obama levantó el veto a la financiación de organizaciones que efectúan o dan información acerca del aborto en países en desarrollo.

Los políticos a favor del derecho de la mujer a practicarse un aborto argumentan que la política no puede estar basada en perspectivas religiosas.

"…Los doctores de la Iglesia no han podido hacer una definición de cuándo es que la vida comienza", dijo Nancy Pelosi, Presidenta de la Cámara de los Representantes y católica, durante una entrevista en el programa de televisión Meet the Press, con Tim Brokaw, el 24 de ag. de 2008.

Representantes de la Iglesia respondieron rápidamente para contradecir las declaraciones de Pelosi diciendo que la enseñanza de la Iglesia ha sido, por 20 siglos, que la vida comienza en el momento de la concepción.

"La enseñanza de la Iglesia era clara en un imperio Romano que permitía el aborto", dijo el cardenal Francis E. George de Chicago, Presidente de USCCB, en una declaración dada el 2 de sept. de 2008. "La misma enseñanza ha sido reiterada en cada lugar y tiempo hasta el Concilio Vaticano II, en el cual se condenó al aborto como un "crimen abominable", dijo el cardinal George.

Mientras muchos dicen variaciones del comentario de Pelosi: "No creo que alguien puede decir… cuándo comienza la vida humana", la doctora Maureen L. Condic, Profesora asociada de neurobiología y anatomía de la Escuela de Medicina de la Universidad de Utah, reporta en su artículo "When Does Human Life Begin?: A scientific perspective" ("¿Cuándo comienza la vida humana?: una perspectiva científica) que la vida comienza en el momento de la concepción, cuando el espermatozoide y el óvulo se fusionan para formar un nueva célula híbrida llamada cigoto.

"Los cigotos tienen una propiedad única de poder crear todas las células del cuerpo y de organizar a todas esas células en un cuerpo coherente e interrelacionado. Ninguna otra célula puede hacer esto. Ni siquiera las células que son hábiles para crear diferentes tipos de tejido (las células madres, por ejemplo) pueden organizar a esas células para hacer algo que no sea un tumor. Esto significa que los cigotos son células únicas que pueden ser el comienzo de la vida humana", dijo la Dra. Condic en una entrevista con el Intermountain Catholic.

El hecho que la vida comienza en un momento definido por la ciencia es una clara conclusión científica, dijo la Dra. Condic. Sin embargo, algunos científicos se podrían oponer a sus descubrimientos por razones personales.

"Espero sinceramente que mi papel ayude a darle bases a los debates de temas relacionados con el embrión humano con hechos científicos en lugar de con poder, política, emoción u opinión personal. El comenzar con la ciencia mejor disponible no es una garantía de que las conclusiones serán justas y razonables, pero es un buen lugar para comenzar", dijo la Dra. Condic.