La participación de los padres de familia es crucial en la batalla contra la pornografía

SALT LAKE CITY — Cuando la primavera empieza, la mayoría de las personas están ansiosas por salir y hacer actividades al aire libre; pero para otros la primavera significa algo diferente. Es un tiempo para refugiarse en sus cuartos frente al monitor de su computadora.

La temporada de lluvias, las temperaturas cálidas y bloom, es también la temporada en la que la pornografía es más vista.

Tan solo en abril, los miembros de la fuerza contra crímenes en Internet de Utah (Utah Internet Crimes Against Children Task Force) arrestaron a 14 personas sospechosas de comerciar pornografía infantil, a un guardia de la prisión del condado de Cache se le hicieron cargos por posesión de pornografía infantil en su computadora y un artista de Layton fue sentenciado a 45 días en prisión por tener pornografía infantil en su computadora.

"Algunas personas no se dan cuenta que los torturados y abusados son niños de carne y hueso", dijo Veola Burchett, Directora de la Oficina de Matrimonios y Vida Familiar de la Diócesis de Salt Lake City.

"Ellos solo ven una fotografía y no reconocen a una persona que podría haber muerto a causa de tortura, enfermedades contraídas, suicidio o abuso de drogas", dijo Burchett.

La pornografía afecta a todos los involucrados. Con esto en mente, el arzobispo de San Francisco George H. Niederauer, el entonces Obispo de la Diócesis de Salt Lake City, y Steven D. Kohlert, el entonces Presidente de Asuntos Públicos para la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, fundaron la Coalición de Utah Contra la Pornografía (UCAP por sus siglas en inglés) en el año 2000.

"El arzobispo Niederauer reconoció que la pornografía no es solo peligrosa para las personas que la ven… sino que también es un peligro para la familia", dijo Burchett.

El propósito de la coalición es proveer información, recursos y soluciones respecto a la pornografía y sus efectos.

"La mayoría de los miembros de la junta directiva está integrada por trabajadores sociales y consejeros que trabajan con personas que son adictas", dijo Burchett, un miembro de la junta directiva de la UCAP.

"Algunos miembros van a las escuelas y hablan con los padres de familias acerca de cómo monitorear el tiempo que pasan sus hijos en Internet", dijo.

El evento principal de la UCAP es la conferencia anual que trata acerca de proteger a los niños y la familia de la pornografía y otros materiales dañinos.

La conferencia de este año tuvo lugar en el South Towne Expo Center de Sandy el 25 de abril. Como expositores en el evento estuvieron Donna Rice Hughes, presidenta de Enough is Enough, y Wendy Maltz, terapeuta y co-Directora de Maltz Counseling Associates.

El capitán Rhett McQuiston, de la fuerza contra crímenes de Internet, hizo una presentación acerca de los peligros de la tecnología.

"La misión de la fuerza es proteger a los niños del abuso y la explotación sexual por Internet", dijo el Capn. McQuiston.

La tecnología le provee a los ofensores la oportunidad de acercarse a los niños en un ambiente sin supervisión.

"Deberían de tener su computador en un área común", dijo el Capn. McQuiston. También les aconsejo a los padres de familia a identificar cuáles son los sitios que sus hijos están visitando y quienes son sus amigos en la red. Sin embargo, la comunicación es la herramienta más importante que tienen los padres de familia para proteger a sus hijos, pero hay maneras eficientes e ineficientes de comunicarse con los niños.

"No les digas, ‘No tengas un amigo en MySpace o en alguna otra página web’, pero dí, ‘Ten cuidado con lo que haces en esos sitios’", señaló el Capn. McQuiston.

Durante su presentación acerca de la seguridad en Internet, Hughes dijo que siete de cada diez adolescentes que usan el Internet han estado expuestos, por accidente, a materiales pornográficos o sexuales que más del 80 por ciento de estos incidentes han ocurrido en casa.

Entre los peligros a los que se enfrentan los niños y los adolescentes que están expuestos a la pornografía, está la posibilidad de volverse adictos.

"La pornografía requiere una repetición de la experiencia una y otra vez", dijo Hughes.

Ella también dijo que muchos adolescentes han estado involucrados en actividades llamadas "sexteando", llamadas así porque se envían imágenes sexuales por mensajes de texto.

"El 20 por ciento de los adolescentes han sido descubiertos o mandando o recibiendo fotografías de personas desnudas", dijo Hughes. Después, hizo hincapié en la importancia de que los padres estén involucrados.

"Los padres no deberían de tener miedo de invadir la privacidad de sus hijos", dijo Burchett.

Ahora, qué pasa cuando un adulto es quien busca pornografía?

"La pornografía afecta a los matrimonios. Quita recursos financieros a la familia… y quita tiempo valioso que nunca podrá ser recuperado", añadió Burchett.

Durante la conclusión de su presentación, Maltz dijo que los adultos podrían ser afectados emocionalmente. Además señaló que la mayoría de las mujeres involucradas en la industria de la pornografía han tenido implantes de senos y que los hombres aparecen bien dotados. Entonces, los que ven pornografía podrían "sentirse inadecuados sexualmente porque no dan la talla".

La pornografía también puede cambiar la manera en la que las personas ven el sexo. Lo dejan de ver como una manera de fortalecer una relación. Igualmente, la pornografía "hace que el hombre que la ve sea menos atractivo. A las mujeres no les gustan los hombres que están sujetos a la pornografía. Los hace vulnerables", dijo Maltz.

Ella definió a la pornografía como un predador sexual.

"Es una forma de abuso sexual porque involucra el que alguien sea explotado o dominado por medio de actividades o sugestiones sexuales".

Lo bueno es que la rehabilitación es posible.

"Las personas adictas tienen que ser humildes y decir, ‘No puedo luchar contra esto solo’", dijo Burchett. Ella les recomendó a los adictos tratar de cambiar sus vidas comenzando por confesarse y buscando la ayuda de algún sacerdote.

Waltz dijo que el primer paso hacia un proceso de curación era el tener una base de motivación fuerte. Los adictos "necesitan compasión, no que se les avergüence", dijo.