¡Jesús de Nazaret, el crucificado, ha resucitado!

Friday, Apr. 17, 2009
¡Jesús de Nazaret, el crucificado, ha resucitado! + Enlarge
El monseñor Joseph M. Mayo, Pastor de la Catedral de la Magdalena en Salt Lake City, celebra la Misa de la Vigilia Pascual en la noche del Sábado de Gloria, el 11 de abril. La celebración comenzó en la plaza de la catedral con el servicio de luz. Durante la Misa, siete personas recibieron los sacramentos de Bautismo, Confirmación y Eucaristía. Otros cuatro hicieron su Confirmación y su Primera Comunión. foto del IC por Barbara S. Lee

SALT LAKE CITY — "Queridos amigos en Cristo, en esta santísima noche, cuando nuestro señor Jesucristo pasó de la muerte a la luz, la Iglesia invita a sus hijos del mundo entero a congregarse en vigilia y oración", dijo el monseñor Joseph M. Mayo, Pastor de la Catedral de la Magdalena en Salt Lake City, a quienes se congregaron en la plaza de la catedral para el servicio de luz que le dio comienzo a la Vigilia Pascual en la noche del Sábado de Gloria, el 11 de abril.

"Honramos la memoria de la muerte y la resurrección de Jesús al escuchar su palabra y celebrar sus misterios. Así, podemos estar confiados que compartiremos su victoria sobre la muerte y viviremos con él por siempre".

Después, el monseñor Mayo bendijo el fuego con el cual se encendería la vela pascual.

"Padre, compartimos la luz de tu gloria a través de la luz de nuestro Señor. Santifica este fuego y enciéndenos con esperanza nueva. Purifica nuestras mentes en esta celebración de Pascua y llévanos un día a compartir el banquete de la vida eterna", dijo.

El servicio de luz fue seguido por una corta procesión hacia la catedral y la celebración comenzó con la proclamación: "¡Regocíjense los poderes celestiales! ¡Canten los coros de ángeles!"

La Liturgia de la Palabra incluyó siete lecturas del Antiguo Testamento que relataron la creación del universo y la humanidad y el convenio de Dios con su pueblo.

En la primera lectura, Dios creó el cielo y la tierra, separó la luz de la oscuridad y creó a los humanos. "Y Dios creó a la humanidad a su imagen, a imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó", decían las escrituras.

La segunda lectura del libro de Génesis relató la historia de Abraham y su hijo Isaac. Dios pruebó a Abraham al pedirle que sacrifique a su hijo Isaac como ofrenda. Abraham le obedeció y cuando estuvo a punto de sacrificar a Isaac, un ángel del Señor llegó y le dijo que por haber obedecido al Señor, será bendecido y que a través de sus descendientes, todas las naciones serán bendecidas.

La tercera lectura narró la separación de las aguas del Mar Rojo. La cuarta y quinta lecturas fueron del libro de Isaías. En ellas, Dios proclamó su amor y misericordia hacia la humanidad. En la sexta lectura, proveniente del libro de Baruch, Dios le adviertió a su pueblo que si siguieran su camino, estarían viviendo en paz.

En la séptima lectura, Dios le prometió a su pueblo un mejor futuro a pesar que no habían seguido sus mandatos.

La epístola fue una sección de la Carta de San Pablo a los Romanos mientras el Evangelio narró el encuentro de Jesús tras su muerte con María Magdalena y la otra María. "No tengan miedo y díganles a mis hermanos que vayan a Galilea; ahí me verán", les dijo Jesús.

"Mientras nos reunimos en esta noche, estamos inspirados a preguntarnos, ‘¿Qué estamos celebrando?’ ‘¿Qué significan los símbolos de la Pascua?’" preguntó el monseñor Mayo.

Para entender la celebración de la Pascua, debemos reflexionar en el significado de la cruz, la cual era un símbolo de muerte y derrota, pero que Jesús transformó en un símbolo de vida y gloria, dijo.

El Cristianismo no inventó la cruz. La cruz existía antes que el Cristianismo y tenía la reputación de ser un instrumento de muerte", dijo el Monseñor.

"Nunca en la historia ha existido una transformación tan revolucionaria como la del símbolo de la cruz. Por esta transformación es que estamos aquí.

La cruz no nos dice que la vida es segura y sin dolor. Todo lo contrario… pero también proclama que la mano de Dios… rescata a la humanidad de la destrucción de la muerte".

La cruz nos recuerda que los valores de la eternidad nos son dados desde el primer momento de nuestra existencia por "ser hijos e hijas de Dios. Estamos invitados a ver a Cristo crucificado, a decir que la cruz está en nuestros corazones y a ver a Cristo resucitado. Cristo ha resucitado y regresará", dijo el monseñor Mayo.

For questions, comments or to report inaccuracies on the website, please CLICK HERE.
© Copyright 2024 The Diocese of Salt Lake City. All rights reserved.