El retraso en su visa ocasiona que sacerdote se vea forzado a regresar a las Filipinas

Friday, Apr. 19, 2024
El retraso en su visa ocasiona que sacerdote se vea forzado a regresar a las Filipinas
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By Marie Mischel
Intermountain Catholic

Traducción: Laura Vallejo
SANDY — El padre Rodelio Ignacio, quien en el 2019 llegó a la Diócesis de Salt, regresará a las Filipinas ya que su visa religiosa esta por expirar. El envío su renovación a finales del 2022 y se le dijo que el proceso tardaría cerca de ocho meses, pero ahora 15 meses después esta no ha sido renovada.
El año pasado, cambios en las pólizas nacionales de inmigración han ocasionado el retraso en la otorgación de la renovación de visas religiosas; de acuerdo con Catholic Legal Immigration Network, el Departamento de Estado permite que solo los trabajadores religiosos que tengan una petición de visa 1-360 aprobada antes del 1 de septiembre del 2018 pueden solicitar la Green card. Esto ha creado una acumulación en las solicitudes para green cards y un retraso en la renovación de visas.
Cuando llegó a Utah el padre Ignacio primero fue asignado como Vicario parroquial en la Iglesia de St. Mary of the Assumption en Park City. En el 2022 fue asignado como administrador de la parroquia Blessed Sacrament en Sandy.
Aunque solo ha estado con la comunidad de Blessed Sacrament por menos de dos años, “esta parroquia, en este tiempo, se ha enamorado completamente de usted,” le dijo al padre Michelle Beasley durante una recepción de despedida celebrada el 13 de abril. Sus palabras fueron recibidas con aplausos y ‘Si’ de quienes se reunieron ese día.
“Y la razón es muy fácil y siempre porque en usted vemos a Cristo,” agregó Beasley.
El padre Ignacio llegó a la parroquia cuando las restricciones del COVID estaban concluyendo. Beasley recordó que la parroquia no contaba con servidores de altar y el animaba a las personas a regresar a Misa en persona, pero para la Vigilia Pascual de este año ya teníamos seis servidores de altar. La parroquia ahora también tiene nuevos lectores así como Ministros Extraordinarios de la Eucaristía.
“Había ocasiones en que… oramos y cantamos mucho, pues estábamos muy contentos, la liturgia es muy llenadora y usted nos ha dado eso. Gracias a Dios . …Estamos muy tristes, devastados de perderlo. Oramos porque su regreso a casa sea bueno… lo vamos a extrañar mucho.”
Después del brindis el padre Ignacio les dijo “ustedes han sido una bendición para mi.”
El padre dijo que cuando llegó a la parroquia estaba nervioso pues no tenía experiencia como párroco, y también le preocupaba que las personas no iban a poder entenderlo por su acento.
“Realmente le recé al Espíritu Santo para darme la gracia y entendimiento por mi acento, así es que le agradezco a Dios por ustedes- por todos ustedes- por haberme entendido no solo porque mi inglés haya mejorado sino porque probablemente el espíritu les dio el don del entendimiento.”
Uno de los deseos del padre fue compartir su espiritualidad con la parroquia, así es que comenzó con la Adoración al Santísimo, y a ofrecer el Sacramento de Confesión con más frecuencia. El padre también planeó la Oración Matutina antes de la Misa diaria, pero el padre dijo que para eso los libros aún no han llegado.
“Cuando escuché que me tenía que regresar a mi hogar… me puse muy triste,” dijo el padre, agregando que el retraso en la renovación de su  visa requiere que el pase por lo menos un año en las Filipinas, pero si es que su green card es aprobada podría regresar antes.
“Ahora me siento en paz y ya no me preocupa nada ya que creo que todo tiene un propósito,” dijo el padre agregando que el cree que “Dios tiene un plan para mí solo que aún no lo puedo ver.”
El padre ofreció alabanzas a los feligreses, diciéndoles que les ha dicho a otros sacerdotes que “ustedes realmente son maravillosos, dan una bienvenida muy calurosa, muy amorosa, así es que realmente los aprecio y aprecio lo que hacen, realmente los voy a extrañar y eso me entristece… Ustedes siempre estarán en mis oraciones y los llevaré presentes en mi corazón.”
El consejo de los Caballeros de Colón de la parroquia también extrañarán al padre Ignacio, quien es su capellán, dijo John Wainscott uno de los Caballeros. El sacerdote nos “ha apoyado mucho en todas nuestras actividades dentro e inclusive afuera de la parroquia.”
Durante una entrevista el padre Ignacio dijo que las personas de Utah le dieron mucha felicidad, y sus oraciones son que  toda la comunidad alcance el cielo. “Espero poder realizar ese viaje con ellos,” dijo el padre. “No quiero que nadie se quede atrás.”
La parroquia ahora será servida por el padre Carlos Guzmán, RCJ y por el padre  Ryan Jiménez, RCJ. Ambos sacerdotes Rogacionistas que llegarón a Utah a principios del mes de marzo.

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