El Padre Jerome Kim es llamado a regresar a Corea

Intermountain Catholic

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El Padre Jerome Kim

SALT LAKE CITY — El Padre Jerome Kim, pastor asociado de la Iglesia de Saint Ambrose en Salt Lake City, ha sido llamado a regresar a la orden ‘The Most Holy Trinity at Mirinae’, en Corea del Sur.

Existen varios monasterios de ‘Holy Trinity’ en el mundo, los cuales fueron fundados pro el Padre Jung Francis Xavier en 1948.

El Padre Kim dijo que a su regreso a Corea, no tendrá una asignación en particular.

"Existen 60 hermanos religiosos y 60 sacerdotes, oramos juntos cinco veces al día. Mi superior general me dijo qe debo orar con mis hermanos y ser obediente".

El propósito primordial de la orden es "proclamar el Evangelio en todas partes del mundo", dijo el Padre Kim.

"El segundo propósito es la educación y el tercero el ministerio de hospitalidad".

El Padre Kim llegó a Utah en abril del 2009 después de haber servido cinco años en Palestina. Encontró a la Diócesis Católica de Salt Lake City navegando en el internet, así hablo sobre la posibilidad de servir en Utah con Monseñor J. Terrence Fitzgerald, quien ese entonces era el vicario general de la diócesis.

"Me aceptó muy bien", dijo el Padre Kim, agregando que el reverendísimo John C. Wester, obispo de Salt Lake City también lo recibió muy bien.

Además de asistir en la parroquia de St. Ambrose, el Padre Kim fue asignado al ministerio de hospitalidad del hospital Primary Children’s, al centro Hunstman, al hospital Shriners y al centro médico de la Universidad.

El Padre Kim dijo que cuatro días a la semana visitaba a los pacientes dándoles los sacramentos y consejería.

"El Padre Kim siempre estaba dispuesto a ayudar en todo lo posible celebrando misas, escuchando confesiones en la parroquia o en la escuela o cubriéndome cuando estaba de vacaciones", dijo el Padre.

Andrzej Skrzypiec, párroco de St. Ambrose, dijo que "fue muy bondadoso y bueno con las personas. Fervientemente y con mucha fe sirvió a los pacientes hospitalizados y siempre estaba dispuesto a ir cuando lo llamaban".

El Padre Kim dijo que este ministerio fue muy importante para él. "Siempre estuve dispuesto a ir sin importar la hora que era; no sirvió a los pacientes hospitalizados y siempre estaba dispuesto a ir cuando lo llamaban". El Padre Kim dijo que este ministerio fue muy importante para él. "Siempre estuve dispuesto a ir sin importar la hora que era; no quería perder ninguna alma católica… las personas que están al borde de la muerte se encuentran en una línea muy fina entre este mundo y el mundo de las tinieblas".

El Padre Kim dijo que él preparaba a los moribundos para ingresar en el reino de Dios y para conocer a Jesucristo escuchando sus confesiones y dándoles la unción de los enfermos.

Algunas personas no habían ido a confesión en 50 o 60 años. "también les pedía que oraran por la iglesia católica y por los sacerdotes cuando ingresaran al reino de Dios y ellos me prometían que lo harían".

El Padre Kim dijo que los que fallecen pertenecen a dos tipos de personas. "Algunas personas tienen angeles guardianes a su alrededor, mientras que a otras les llega el diablo a robarse sus almas. Debemos de preparar a los pacientes muy bien antes de que fallezcan. Los rocío con agua bendita y oro pro ellos, y les pido a sus familias que también lo hagan.

También le pido al paciente que le hable a Jesucristo desde su corazón. ‘Dios ten misericordia de mí, yo no soy nada ante ti. Eso los hace ser humildes".

El Padre Kim dijo que después del momento del sacramento, frecuentemente, ve como los rostros de los pacientes pasan de estar sombríos e infelices a un estado de relajación y felicidad.

El padre Kim también sirvió como director espiritual de la comunidad diocesana coreana de la parroquia de St. Patrick en Salt Lake City.

Agnes Yoon, miembro de la comunidad coreana, dijo que desea que el Padre Kim se pudiera quedar más tiempo. "lo vamos a extrañar cuando se vaya. Es muy trabajador y siempre estaba tratando de ayudar a nuestra comunidad para que esta fuera más activa. Nos dio una buena base sobre la cual ójala podamos continuar. También nos ofreció guía espiritual y nos animó a formar grupos de oración".

El Padre Kim dijo que escogió venir a América para regresar lo que se le ha dado. Tanto su obispo como su párroco son sacerdotes americanos. "los ví crecer, eran muy sagrados y aprendí la espiritualidad católica de ellos, así es que quería regresarle algo a las personas americanas católicas. Hace dos años me convertí en ciudadano americano".

El Padre Kim fue ordenado sacerdote el 28 de enero de 1992 en Corea.

A los 15 años sintió el llamado al sacerdocio. "Tenía un gran sentimiento por Dios", dijo el Padre Kim.

"Siento que Dios me ama y llora por este mundo por lo que decidí ser sacerdote para poder ayudar a las personas a proclamar el Evangelio pro todo el país y hacerlos llenarse de amor".

Una recepción de despedida para el Padre Kim se llevará a cabo en la parroquia de St. Ambrose el 20 y 21 de julio después de la misa.