Delegados del V Encuentro de Utah regresan con mucha energía y ganas de trabajo como discípulos misioneros de Cristo

Foto cortesía de la Delegación de la Diócesis de Salt Lake City

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De Izq a der.: Fabiola Trujillo, Maria Cruz Gray y Matilde Toledo durante el V Encuentro Nacional celebrado en Grapevine , Texas.

SALT LAKE CITY — Durante el V Encuentro Nacional celebrado del 20 al 23 de septiembre en Grapevine Texas, los 22 delegados de la diócesis de Salt Lake City recibieron algo en común: una revitalización y re-energización para continuar con su trabajo como misioneros discípulos de Cristo en Utah.

Hosffman Ospino, profesor asociado de Ministerio Hispano y Educación Religiosa de la Universidad de Boston, quien fue uno de los ponentes durante el V Encuentro Nacional, dijo que hay 52 millones de hispanos en los Estados Unidos (sin contar a los inmigrantes indocumentados), de los cuales un 68 por ciento son Católicos.

Ospino dijo que la población de Católicos de los Estados Unidos creció de 48.5 millones en 1965 a 75 millones hoy en día, así es que los hispanos forman parte del 71 por ciento del crecimiento de la población de Católicos desde 1960.

El V Encuentro fue un proceso de 4 años para la identificación de las prioridades del ministerio hispano en los Estados Unidos.

Entre los delegados de Utah quienes participaron en el V Encuentro Nacional estuvo Fabiola Trujillo, feligrés de la parroquia de San Pedro y San Pablo y Ministro Eclesial Laico certificada del programa EMAUS. A pesar de su muy activo ministerio, Trujillo dijo que el V Encuentro le demostró que hay mucho trabajo por hacer.

“Me he dado cuenta de que muchos están fuera de la iglesia aun estando en la iglesia y esto es por la falta de quien los escuche de quien les brinde una palabra de aliento para seguir adelante,” dijo Trujillo quien es originaria de Colombia. “El V Encuentro me ha hecho ser más calmada más tranquila para escuchar y acercarme a las personas con mayor entrega.”

Agregando que haber tenido la oportunidad de participar en el V Encuentro era una gran bendición,