¡Dejen de dar!

Friday, Apr. 20, 2018
By John Kaloudis
Director of Stewardship and Development

El Pueblo de Dios había sido esclavo en Egipto por 430 años. Dios decidió que era tiempo de liberar a Su pueblo de sus cadenas. Envió a Moisés para ser el líder de Su pueblo y para llevarlos a Egipto- el éxodo.

Después de que los israelitas dejaran Egipto, Dios quiso que construyeran un tabernáculo, lo cual es como mover una Iglesia que uno edifica y la destruye cuando se va. Los israelitas, bajo la dirección de Dios, querían construir una estructura magnífica ya que estaba asociada con el nombre de Dios y con su presencia. Dios específicamente preparado a Bezalel y a  Oholiab para guiar a los demás en lo necesario para construir el tabernáculo.

Cuando Dios le dijo a Moisés que construyera el tabernáculo, probablemente la primera cosa que le vino a la mente a Moisés fue “¿dónde está el dinero? Dios dijo.” simplemente dile a la gente que venga y que me den una ofrenda. Diles que necesito que se construya un tabernáculo. Cuando me hagan un santuario, vendré y moraré entre ellos.”

Cuando llegó el tiempo de colectar las ofrendas, las personas llevaron oro, plata, bronce, telas caras, madera, aceites, joyas y piedras preciosas. Llevaron tanto que las personas que lo colectaban se empezaron a quejar con Moisés.

Dijeron, “Moisés tenemos un problema. Tenemos mucho dinero y materiales. Por favor pídeles a las personas que paren de dar.”

Moisés fue ante la gente y les dijo “Les ordenó ya no traer más ofrendas para el santuario,”

Las Escrituras dicen que eso fue lo que impidió a las personas dar más.

Esas personas fervientemente querían pertenecer al equipo de Dios. Mostraron su compromiso al equipo con sus sacrificios que estaban dispuestos a hacer. Dieron con voluntad, alegría y libremente. ¿Por qué? Porque querían la presencia de Dios entre ellos. Estaban agradecidos por lo que Dios había hecho por ellos.

Dios sigue llamando a Su pueblo a unirse - en la Iglesia. La Iglesia está hecha por personas que tienen mucho dinero, por personas que tienen algún dinero, por personas que tienen poco dinero y por personas que no tienen dinero. Sea cual sea nuestro nivel de ingresos, todos estamos llamados a  hacer nuestra parte apoyando a los nuevos ministerios de la Iglesia, ambos para la Iglesia local y para el Diocesan Development Drive.

¡No sería maravilloso si nuestro párroco tuviera la oportunidad de proclamar desde su pulpito ¡DEJEN DE DAR! ¡TENEMOS SUFICIENTE!, tal y como lo hizo Moisés con los israelitas? El resultado de tener suficiente sería maravilloso - los ministerios crecerían y la Iglesia en Utah experimentaría un crecimiento sin precedentes. Realmente seríamos parte de un equipo ganador.

La Iglesia necesita de recursos para alimentar al hambriento, vestir al desnudo, enseñar al ignorante, dar consuelo al afligido y así llevar Su misericordia a quienes la necesitan. Los recursos también son necesarios para la compra de propiedades y la construcción de nuevos edificios para las Iglesias, Por favor dé, ya que aún no podemos decir “tenemos suficiente’.

John Kaloudis es el director de la Oficina de corresponsabilidad y DDD de la Diócesis Católica de Salt Lake City.

Traducido por: Laura Vallejo

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