Tras 57 aņos se hace justicia en pueblo tejano en caso de asesinato

Friday, Jan. 12, 2018
By Catholic News Service

Por Rhina Guidos

Catholic News Service

WASHINGTON (CNS) —A principios de diciembre, la comunidad de McAllen, Texas, sintió la reapertura de una herida de casi 60 años que nunca sanó y que implica a la comunidad católica local, provocando una respuesta escrita del obispo local el 20 de diciembre, expresando “tristeza”.

Después de escuchar evidencia, el 7 de diciembre un jurado de Texas encontró culpable a un hombre por asesinar una joven en 1960 mientras era sacerdote y ella había recurrido a él pidiendo el sacramento de la reconciliación (también conocido como confesión) durante Semana Santa. El exsacerdote, John Bernard Feit, de 85 años de edad, fue encontrado culpable del asesinato de Irene Garza, de 25 años de edad. Se dice que él golpeó y estranguló a la maestra y reina de belleza del sur de Texas que fue vista por última vez procurando la confesión en la iglesia Sagrado Corazón en el pueblo fronterizo de McAllen.

Feit era sacerdote de la orden Oblatos de María Inmaculada y dejó el sacerdocio en 1972. Se casó y tuvo hijos después de una serie de traslados después del asesinato. Fue sentenciado a cadena perpetua el 8 de diciembre.

Durante el juicio algunos dijeron que miembros de la iglesia y oficiales del orden público católicos locales actuaron en colusión para prevenir el arresto de Feit, temiendo repercusiones y daños a la iglesia. Es por eso que muchos creen que durante 57 años el caso no procedió. Autoridades eclesiales transfirieron a Feit a dos monasterios dentro de Estados Unidos después del asesinato. Un exmonje trapense de uno de los monasterios testificó que Feit le contó sobre el asesinato y su rol en este, pero él no notificó a las autoridades hasta décadas después.

El 20 de diciembre el obispo Daniel E. Flores de la Diócesis de Brownsville, Texas, escribió una carta expresando tristeza, y dirigida a la familia y amigos de la maestra. Dijo que la diócesis no existía en aquel entonces, así que él no tenía “ningún conocimiento especial de lo que las autoridades civiles y eclesiales hicieron o no hicieron después del crimen”. Sin embargo, dijo que Irene Garza, su familia y todo el Valle del Río Grande merecían “más” de lo que recibieron, refiriéndose a la cantidad de tiempo, 57 años, que tomó para llegar al juicio.

Aunque las acusaciones contra Feit no fueron procuradas mientras él era sacerdote, durante mucho tiempo muchos habían sospechado que él fue el responsable del asesinato, que se cree que sucedió en la rectoría de la iglesia. Tomó décadas y un nuevo fiscal auxiliar de distrito del condado Hidalgo para presentar acusaciones contra él.

El periódico San Antonio Express-News informó el 8 de diciembre que el sobrino de la joven, Nick Cavazos, leyó una declaración de impacto a las víctimas cuando Feit fue sentenciado y dijo que su abuelo “nunca más” regresó la iglesia después del asesinato de su hija.

“A nombre de la iglesia, por los actos pecaminosos de miembros de la iglesia, expreso esta tristeza a la familia y todos aquellos cuya fe ha sido herida por estos eventos”, dijo el obispo Flores en su declaración.

Él dijo que estaba orando “para que si algunas personas que puedan haber contribuido al crimen o actuado impropiamente o indignamente después, bien sea en la iglesia o no, asuman la responsabilidad por el gran mal hecho. Ellos deben buscar el arrepentimiento ante Dios antes de ser llamados al juicio final”.

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