Se gradua gracias al amor y sacrificio

Friday, May. 31, 2019
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Natalie Aboite junto a sis papás (a su izq.)Ana y Moises Aboite, y su derecha la familia Juarez.
By Linda Petersen
Intermountain Catholic

Traducido por: Laura Vallejo

DRAPER —Conforme los estudiantes graduados de la preparatoria Católica de Juan Diego recibieron su diploma el 25 de mayo, dos familias en particular resplandecían orgullosas ya que Natalie Aboite recibió su diploma. Fue a través del amor y de sacrificios que ambas familias pudieron alcanzar esta meta.

Natalie es la más pequeña de los hijos de Moises y Ana Aboite de Wendover. Aunque ambos entendían el valor de la educación Católica, parecía imposible que sus hijos la pudiesen obtener.

Los hijos mayores Ana y Moises Jr. fueron a escuelas públicas. Ana asistió a la Universidad Utah Valley y ahora es maestra, mientras que Moises Jr. es un cocinero en un casino local. La familia asumió que Natalie seguiría los pasos de sus hermanos en la educación pública, ya que esta parecía ser la única opción en su comunidad, la cual se ubica a más de 100 millas de la preparatoria Católica más cercana.

La familia Aboite no sabía que el padre Marco Tulio Lopez, quien fue párroco de San Felipe en Wendover del 2012 al 2014 antes de ser transferido a la parroquia de St. Andrew en Riverton, tenía otros planes.

El Padre Lopez estaba preocupado por las oportunidades limitadas de Natalie y por las posibilidades también limitadas de la familia, y quería encontrar maneras de apoyarlos.

“Mientras en Wendover, allí existe una comunidad muy fiel y muy lista, pero sólo hay unos cuantos profesionales en la comunidad latina,” dijo el padre Lopez. “La mayoría de los jóvenes siguen los pasos de sus padres y terminan trabajando en los casinos.”

“Hay una gran diferencia entre las escuelas públicas y las escuelas Católicas,” dijo el padre. “La educación Católica es culturalmente diferente ya que se enfoca en Dios, el ser humano, la familia y la sociedad. Nos enfocamos en construir buenos Cristianos y buenos ciudadanos. Las escuelas Católicas quieren que los niños y los jóvenes no solo sean profesionales exitosos, sino buenos Hijos de Dios, ya que nuestro destino final es el cielo.”

A pesar de que el oró mucho por esto, él decidio ayudar a crear la oportunidad para que Natalie asistiera a la preparatoria Católica de Juan Diego.

Ya que la escuela está a casi 140 millas de Wendover, ella tendría que albergarse con una familia temporal.

Primero el padre se acercó con la idea a la familia Aboite, quienes, aunque nerviosos por la idea de que Natalie viviera en otro hogar y preocupados por el costo de la colegiatura, decidieron apoyar la idea.

“Después de ver como Ana batalló mucho para obtener su educación, queríamos hacer algo más,” dijo Ana Aboite.

La familia fue a Draper y realizó un tour por el Centro Católico Skaggs. Moises Jr. estaba por acabar la preparatoria pública por lo que la familia decidió dejarlo en la misma, pero Natalie realmente quería asistir a la preparatoria Católica de Juan Diego.

El siguiente paso era encontrar en donde pusiese quedarse. Recién asignado a St. Andrew, el padre Lopez no conocía a muchas personas, pero un día celebrando Misa recibió la inspiración de que debía preguntarles a los integrantes del coro de la parroquia, Reuben y Mayra Juárez, sí podrían recibir a Natalie.

Después de analizarlo, la pareja, la cual tiene a tres hijos, Leonardo de 16 años de edad, Anahí de 13 años de edad y Karol de 8 años de edad, decidieron que querían apoyar a Natalie y aceptaron la propuesta. Mayra dijo que desde que se casó siempre habían tenido a personas viviendo con ellos por lo que el albergar a Natalie era posible para ayudarla así a que su sueño fuera una realidad.

Así es que durante 4 años, Natalie vivió con la familia Juárez en Herriman, mientras asistía a la preparatoria Católica de Juan Diego.

“Ellos han realizado un maravilloso trabajo y han sido parte fundamental del éxito de Natalie,” dijo el padre Lopez. “Ellos han sido muy pero muy generosos.”

Natalie y sus padres dijeron que, aunque fue duro, el sacrificio valió la pena. Como la familia Juárez, la familia Aboite siempre ha abierto las puertas de su hogar cuando alguien necesita un lugar.

Con la experiencia con la familia Juárez, “me dí cuenta de lo que siempre enseñamos: cuando uno cuida las cosas de Dios Él cuidara las tuyas… cuando uno está dispuesto a ayudar, Dios te ayudara,” dijo Ana Aboite.

Con su diploma en mano, Natalie ahora tiene planes para asistir a la Universidad de Utah Valley y estudiar estudios familiares. Una vez que se gradué quiere encontrar maneras para realizar programas de enriquecimiento para familias de bajos recursos y ofrecerlos en Wendover y comunidades similares.

Ella les dió un consejo a los jóvenes. “Lo que tiene que ser va a ser. Para mí, si algo no sucedía de la manera en que yo quería…eso no era para mí… yo decidí que seguiría intentando.”

Durante la Misa celebratoria para los graduados realizada el 21 de mayo, el Reverendísimo Oscar A. Solis, Obispo de Salt Lake City presentó a los Aboite con el premio de Nuestra Señora de Guadalupe de la preparatoria Católica de Juan Diego, el cual se otorga por el sacrificio, fe y educación que inspiran a los demás.

Ana Aboite dijo que este reconocimiento también pertenecía a la familia Juárez ya que “sin ellos no podríamos haber hecho nada.”

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