Realizan presentación sobre la prevención y erradicación del tráfico de humanos

IC foto/Linda Petersen

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El fiscal General de distrito de Utah Sean Reyes, habla durante su presentación sobre la prevención y erradicación del tráfico de humanos en la parroquai de St. Vincent de Paul.

Traducido por: Laura Vallejo

SALT LAKE CITY — Una presentación sobre el tráfico humano por el Fiscal general del Distrito Sean Reyes fue realizada en la parroquia de St. Vincent de Paul el lunes 28 de enero; a esta muchos miembros del Consejo diocesano de mujeres Católicas de la parroquia y otras personas asistieron a escuchar su presentación.

Reyes dijo que más de 50 millones de personas en el mundo se estima son víctimas del tráfico humano; esta cifra es cercana a más de 400 millones de personas que fueron afectadas por los más de 300 años de intercambio de esclavos.

El tráfico de humanos involucre no solo el intercambio sexual sino también el trabajo de esclavos, lel mercado de órganos, las adopciones ilegales y el reclutamiento de millones de niños para las guerras.

Reyes compartió historias de las redes de tráfico de humanos en los Estados Unidos y en otros países en los que él ha participado para tratar de erradicarla. El tráfico de humanos es esta en segundo lugar de pues el dinero generado por las drogas.

“Como los traficantes que atrapamos nos dijeron cuando les preguntamos por que lo hacías ‘uno solo puede vender drogas una vez’ uno puede traficar a un niño o a una niña miles de veces.”

Reyes dijo que a pesar de que muchas personas en Utah quieren creer que el tráfico de humanos no existe en el estado de la colmena, está aquí como en muchos otros lugares.

Utah resulta atractivo para los traficantes de humanos porque tiene carreteras entre México y puertos grandes como San Francisco.

Además, contrario a su reputación de un estado silencioso, existe un gran mercado para esclavos sexuales, dijo Reyes. Narrando la historia de una gran redada en donde los oficiales se presentaron como padres de familia publicando anuncios ofreciendo sexo con menores y este atrajo a miles de respuestas y cientos de individuos de áreas como Holladay, Cottonwood Heights y Sandy  se presentaron a conocer a los ‘padres’.

“Eran personas que se veían como tú o como yo,” dijo Reyes. “Algunos profesionistas ‘ la mayoría se veían normales …esta es una triste realidad …darse cuenta de que las personas en Utah explotan a los demás tal y como pasa en otros lugares.”

 Reyes dijo que su compromiso con la erradicación del tráfico de humanos es una vocación.

“En su nivel más alto, creo que esos niños son nuestros niños, parte de nuestra familia humana. Siento que Dios me ha llamado a hacer esto… me duele el alma al pensar que estos jóvenes y adultos están atrapados en la esclavitud.”

Todos pueden ayudar con este esfuerzo compartiendo información acerca del tráfico de humanos, tales como los artículos publicados en el sitio en línea del Consejo de Mujeres Católicas.

También pueden mantener los ojos y oídos abiertos y reportar cualquier actividad sospechosa. Mientras se deben de mantener a salvo, si las personas ven algo pueden registrar las placas, tomar fotos discretamente y compartir la información con las autoridades.

“Si ve algo que se asemeje remotamente al tráfico – si sus sentidos sienten alarma – por favor repórtenlo,” dijo Reyes.

Los traficantes atacaban a todos pero más comúnmente van por los más vulnerables, tales como los niños aislados por sus amigos, dijo Reyes.

Los adultos pueden buscar por cambios en los comportamientos o por largas horas de tiempo libre, también pueden fijarse en lo que los jóvenes están haciendo en línea ya que algunos casos de trafico comienzan ahí.

Los perpetradores también han reportado que su compulsión comenzó con el acceso a la pornografía en línea.

Utah se ha convertido en un líder defendiendo a las personas en contra del tráfico de humanos, organizaciones comunitarias como la Asian Association of American, legisladores agencias policiacas han estado más pendientes del problema y se han aprobado leyes para combatirlo.

El Conejo Nacional de Mujeres Católicas patrocina un proyecto en contra el tráfico de humanos el cual anima a que los miembros se eduquen sobre el tema y trabajen para erradicar el tráfico. Bajo ese espíritu el grupo de CCW de St. Vincent de Paul patrocinó este evento.