Mensaje de Aņo nuevo del Obispo Solis

Friday, Dec. 31, 2021
Mensaje de Aņo nuevo del Obispo Solis 
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Rev. Oscar A. Solis, Obispo de Salt lake City
By El Rev. Oscar A. Solis
Obispo de Salt Lake City

Mis amigos, saludos en la paz y amor de Cristo.

Conforme comenzamos el año 2022, rezo para que el espíritu  de la Navidad continua vivo en nuestro corazones. El recordatorio de la venida de Cristo y de su continua presencia entre nosotros, así como del amor, alegría y esperanza que nuestro Salvador nos brinda son tremendos regalos para el mundo con problemas, sufrimientos y que esta roto. Rezo para que este mensaje les encuentre bien, disfrutando de la paz que llega con Cristo.

El nuevo año nos brinda oportunidades para volver la página en nuestra historia. Recordamos y damos gracias por las bendiciones de este año que termina, a pesar de los retos, adversidades e incertidumbres a las que nos seguimos enfrentando. Gracias a Dios por la Navidad, una renovación de nuestra confianza de que Dios envió a su hijo engendrado, nuestro Salvador, quien nos trajó una nueva luz y vida a nuestro mundo.

En medio de los problemas y pérdidas por las que hemos pasado en este año que termina, también hubo momentos de alegría. Nuestra diócesis pudo levantar casi todas las restricciones para las reuniones litúrgicas, para que así una vez mas nos pudiesemos reunir como familia de fe alabando, celebrando la Santa Misa, bautismos, matrimonios y otros servicios en persona. Catholic Community Services reabrió el comedor de St. Vincent de Paul brindando comidas y sirviendo con esto a las necesidades de nuestros hermanos y hermanas indigentes.

Aun más, este nuevo año nos da la oportunidad de ver el futuro con esperanza. La Solemnidad de María, Madre de Dios celebrada el 1ero de enero, pone el tono para nuestra disposición conforme  avanzamos hacia un nuevo capítulo en nuestra historia. Honramos y damos gracias a nuestra Santa Virgen María por dar a luz a Jesús, el Emmanuel , quien nos guía hacia la vida eterna. Ella nos enseña a reflexionar y valorar los diversoso momentos que hemos disfrutado, así como las penasy adversidades por las que hemos pasado. Su festividad es un tiempo ideal para buscar su amorosa intersecion durante este nuevo año para renovar nuestra fe, confianza  en el amor y misericordia de Dios.

Le rezamos conforme continuamos construyendo una cultura de la vida y una cultura de cuidados para nuestra sociedad y para el mundo. Una resolución para el Dobbs VS Jackson presentada ante la Suprema Corte de los Estados Unidos podría tener un dramático efecto en la habilidad para el aborto en nuestro país. Nuestro cuidado pastoral para las mujeres en crisis y otras circunstancias es escencial. A nivel local, la Legislación de Utah considerará poner fin a la pena de muerte, práctica inhumana y cruel de quitar la vida a través de ejecuciones sancionadas por el estado, las cuales desestiman nuestra creencia básica de la santidad de cada vida humana, desde su concepción hasta su muerte natural.

Finalmente, el nuevo año también nos presenta un nuevo comienzo, nuevas prespectivas y nuevas oportunidades. Esperamos los meses entrantes como parroquias a lo largo y ancho de la diócesis, en comunión con el Santo Padre y las Iglesias Católicas de todo el mundo, unidos a los Obispos a través del Sínodo, así como el camino juntos orando, escuchando y discerniendo lo que las personas valoran en  nuestra Iglesia, así como sus sus aspiraciones, y sugerencias de cómo lo podemos hacer mejor.

Cuando en el mes de junio el Sínodo llegue a su conclusión, la Renovación Eucarística Nacional comenzará. Este es un momento para que pongamos el enfoque de nuestras mentes y corazones en la Santa Eucaristía y la Santa Misa como fuentes y cumbres de nuestra vida y alabanza como Cristianos. Urgo al Pueblo de Dios en nuestra diócesis- de hecho, a todos los Católicos- a participar en estos eventos y a dar la bienvenida a quienes estan en las periferias de neustar fe, de nuestra comunidad o nuestra sociedad para compartir nuestras voces como una Igelsia que camina juntos hacia el Reino Celestial.

Como María, la Madre de Dios, pongamos nuestras vidas y al mundo, en las manos de Dios. Llenos del amor de Cristo, seamos portadores de esperanza en estos tiempos de retos y genuinamente compartamos la esperanza y ayudemos a que nuestros hermanos y hermanas renueven sus corazones. Que Dios bendiga el año 2022 y lo llene de su gracia, trayendo sanación, alegría infinita y paz al mundo.

¡Feliz Año Nuevo!

Traducción: Laura Vallejo

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