Estudiantes Echo de Notre Dame brindan entusiasmo y entrenamiento en la diocesis

foto cortesía/ Daniel Stanton

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De izq. a der. (fila de atrás) Daniel Stanton, Kate Molinari, Isabel Fernandez, (fila delantera) John O'Neill, Liz Canto, Catherine Shackelford.

Traducido por: Laura Vallejo

SALT LAKE CITY – SALT LAKE CITY – Este año la Diócesis de Salt Lake City recibirá la tan necesitada ayuda de seis  personas quienes participan en el programa Echo de la Universidad de Notre Dame, un programa de dos años de servicio y formación que conlleva a una maestría en Artes y Teología. Los estudiantes llegarón a Utah procedentes de todo el país y localmente de South Jordan, listos para servir.

A  través del programa Echo, los estudiantes trabajan en las parroquias y escuelas Católicas durante el día y por las tardes toman cursos  en línea. Su colegiatura está cubierta, viven juntos y reciben una pequeña cantidad para gastos. Algunos llegan directamente después de haberse graduado mientras que otros han ido por un camino diferente.

Susan Northway, directora de la Oficina diocesana de Formación de Fe dijo que los estudiantes Echo, son especialmente importantes en Utah.

“Creo que son un verdadero don en la diócesis,” dijo Northway. “Son devotos, y llenan una gran necesidad ya que estamos a por lo menos 500 millas de la universidad o colegio en donde un maestro de teología normalmente sería entrenado. Simplemente no contamos con el conducto normal de tan grandes maestros.”

Antes de llegar a Utah, los estudiantes han cumplido con una semana de orientación en Notre Dame, la cual fue remota. Aquellos que enseñan en Utah llegarón a mediados del mes de julio. Aquellos sirviendo en las parroquias, quienes son conocidos como aprendíces, llegaron a mediados de agosto. Todos se pusieron en cuarentena en la casa que comparten en el distrito de las avenues en Salt Lake City dos semanas después de su llegada.

Ya han hecho que su presencia sea sentida a través de su servicio en dos parroquias y en tres escuelas Católicas de la diócesis.

 Daniel Stanton y Liz Canto,  son parte del programa Echo de trabajo y ministerio para jóvenes en la Catedral de la Magdalena y en la parroquia de  St. John the Baptist respectivamente.

“Realmente ha sido una gran alegría trabajar aquí, especialmente durante este tiempo de incertidumbre,” dijo Staton, quien es originario de Columbia N.C. “Realmenet he disfrutado de esta comunidad que ya está presente aquí y he disfrutado ser parte de la misma.”

Los demás,  Isabel Fernandez, Kate Molinari, Catherine Shackelford y  John O’Neill, son maestros de teología en la preparatoria Católica de  St. Joseph, en la secundaria Católica de  St. John the Baptist y en la preparatoria Católica de Juan Diego , respectivamente.

Shackelford, quien es originaria de South Jordan, está cursando el segundo año del programa. Anteriormente había sido maestra de finanzas personales y gobierno y después de teología en JDCHS.

“Para mí crecer aquí en donde los Católicos son la minoría es el mayor valor del programa Echo ha sido la oportunidad de profundizar en mi fe, junto a apersonas de mi edad quienes están emocionadas por su fe y quienes también la están profundizando... Aún en la vida comunitaria, la cual me ha ensenado macho acerca de la fe y eso me encanta.”

Como maestra, el programa “me ha ayudado mucho ya que creo que he podio conectar más, la vida de Cristo, con el contenido del currículo.”

Mientras que el programa Echo es una maestría, la mayoría de los participantes dicen que el aspecto de servicio del mismo es lo más gratificante.

“No pienso mucho en lo que sacare sino en que es algo que le doy a Dios, en estos dos años me doy al Señor en servicio, oración y crecimiento,” dijo Molinari, quien es de Saddle River, N.J. “Espero crecer más como persona... Solo quiero ser el mejor Cristiano.”

O’Neil quien es originario de Crystal Lake, Illinois, dijo que la oportunidad de servir en una diócesis misionera es importante.]

“Aquí me siento como si la fe Católica fuese más fuerte ya que somos diferentes nuestra fe es culturalmente una contraparte al resto de Utah. Creí que el hecho de que es una diócesis misionera realmente ayuda a animar a que los buenos fieles de los fieles.”

Cada participante en el programa cuenta con un mentor.  Dr. Kandie Brinkman, presidente de teología de JDCHS ha sido mentor desde que el programa Echo comenzó.

“Es maravilloso; me encanta formar a estos jóvenes maestros y es una misión a la que me siento llamada.” Cada participante Echo, “tiene un gran deseo de fe y son jóvenes, Ellos son el rostro joven de la Iglesia para los estudiantes en nuestras escuelas, Ellos realmente son modelos a seguir en cuánto a lo que la fe es a su edad. Creo que eso es básico; creo que ayuda como diócesis misionera el saber que la fe no solo es para los adultos.”

La mayoría de los participantes desean poder continuar sirviendo en la Iglesia, en la educación o en el ministerio para jóvenes; aunque algunos aún están inciertos. Junto al servicio a la Iglesia, el programa los ayuda en su propia formación de fe , ayudándolos a ubicar su papel en la Iglesia.

“Estoy muy contento con lo que estoy haciendo, solo tratar de compartir el amor de Dios con todas las personas ya sea mediante trabajo en la justicia social o catequizando a estudiantes de secundaria y de preparatoria,” dijo Canto. “Estoy muy contento en donde estoy y con mi papel como una mujer Católica.”

Los participantes también están alertas de los ejemplos que los jóvenes con los que interactúan les dan, jóvenes que están en busca de su camino en el mundo y que frecuentemente ven a la fe como obsoleta.

“La verdad no tiene fecha de expiración,” dijo Fernández, en respuesta a esta actitud. “Las cosas son verdades en cualquier edad aún si uno siente que en la época moderna no lo son... Los beneficios de vivir tu vida con un propósito más allá son innumerables. Tu vida toma una dimensión totalmente diferente y una profundidad diferente cuando te das cuenta que el mundo no gira a tu alrededor,” dijo Fernández quien es originario de Annandale, Va.