El Obispo Solis describe 40 aņos de servicio al Pueblo de Dios

Friday, Feb. 15, 2019
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El Obispo Oscar A. Solis, escucha las preguntas de la audiencia durante la sesión de preguntas y respuestas la cual se realizó después de su presentación.
By Marie Mischel
Intermountain Catholic

Traducido por: Laura Vallejo

SALT LAKE CITY — El Obispo Oscar A. Solis presentó la Lectura Aquinas del 10 de febrero en el Centro Newman de St. Catherine of Siena.

El centro Newman, localizado directamente enfrente de la Universidad de Utah, trata de atraer a las personas a la Iglesia no solo a través de la Liturgia sino a través de la camaradería y la vida intelectual, “y es ahí en donde las Lecturas Aquinas sobresalen,” dijo Kristiane Sonnenberg, quien dio ese día la bienvenida a las personas asistentes a la lectura.

La Lectura es parte de los esfuerzos del Centro Newman para “examinar la vida intelectual e la Iglesia…. y para pensar acerca de nuestra fe,” agregó Sonnenberg.

La lectura se llevó a cabo el mismo día que el 15ª vo. aniversario de ordenación Episcopal del Obispo Solis.

Presentando su plática el Obispo Solis dijo que sus 40 años en el sacerdocio, los cuales han estado “llenos de bendiciones de Dios, a pesar de mis errores y de que no los merezco,” dijo el Obispo.

El Obispo Solis nació en las Filipinas, y desde muy temprana edad le dijo a su mamá que él quería ser sacerdote. Fue monaguillo, y a los 12 años de edad asistió a una escuela seminario, para entonces ingresar al seminario Divine Word, en donde recibió un título en filosofía. Sin embargo, decidio que no tenía un llamado al sacerdocio. Cuando se lo dijo a su mamá, ella le dijo sentirse muy decepcionada de que no iba a tener un hijo sacerdote.

“Le dije, ‘Mamá tú no entiendes’. Yo también quiero tener un hijo sacerdote,” dijo el Obispo  a lo que asistentes a la charla respondieron riéndose.

Se inscribió a una escuela de leyes, pero entonces se dio cuenta que algo faltaba en su vida, así es que regreso al seminario, en donde en 1978 obtuvo un título en teología y de donde se graduó Cum Laude. Fue ordenado al sacerdocio en 1979.

“Como un joven sacerdote, descubrí que decirle ‘Sí’ a Dios me llenó de una alegría indescriptible,” dijo el Obispo. Pero también se dio cuenta de que había “momentos de obscuridad en donde me cuestionaba si mi vocación era la voluntad de Dios. Fue un momento de enseñanza: no importa cuál sea tu vocación en la vida, siempre existe el dilema y la vida se vuelve frustrante y difícil.”

Después de trabajar en dos diócesis en las Filipinas durante cinco años, se dirigió a Roma para continuar con sus estudios, pero primero realizó un aparada en los Estados Unidos para visitar a sus familiares. Acabo quedándose en los Estados Unidos, primero como párroco asociado en la Arquidiócesis de Newark, en Nueva Jersey; después durante 15 años fungió como párroco en la Diócesis de Houma-Thibodaux, Louisiana. Después de su ordenación como el primer Obispo Filipino-americano en los Estados Unidos, fue asignado a la Arquidiócesis de Los Ángeles. En el 2017 fue nombrado el 10mo Obispo de Salt Lake City.

El Obispo dijo que entre quienes han influenciado si ministerio esta Santo Tomás de Aquinas, quien enseñó lecciones importantes sobre el amor de Dios, el sacerdocio y la Santa Eucaristía.

En los últimos 40 años el amor de los laicos y la devoción a la Eucaristía también “me han dejado una huella profunda,” dijo el Obispo. “Dios ha bendecido a nuestra Iglesia con muchos Christi fidelis, o fieles en Cristo, quienes viven los votos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia mucho mejor que algunos sacerdotes ordenados.”

Particularmente el Obispo mencionó el compromiso de las parejas a través del Sacramento del Matrimonio; de los fieles a los enfermos, a los ancianos y a los moribundos quienes llaman por la Unción de los Enfermos; a aquellos quienes buscan el perdón a través del Sacramento de la Reconciliación; y a los jóvenes quienes “son soldados valientes de la Iglesia y testigos de Cristo en medio de un mundo sin fe” a través del Sacramento de la Confirmación.

Entre los Papas, quienes han influenciado al Obispo, están el Papa Juan XXIII, “quien convoco el Concilio Vaticano II y quien tuvo el coraje de llamar a que una Iglesia profética respondiera a las señales de los tiempos;” El Papa Juan XIII quien “nos brindó el Evangelio de la Renovación;” el Papa Pablo VI quien publicó la Encíclica Humanae Vitae, y quien “guió a la Iglesia durante años tumultuosos cuando el mundo clamaba por libertad sin responsabilidad;” y el Papa Juan Pablo II quien “guía a la Iglesia en la batalla en contra de la cultura de la muerte y exhortó a los files a promover la civilización del amor.”

El Obispo Solis dijo que el Papa emérito Benedicto XVI proclamó el Evangelio del amor, de Esperanza y Verdad y el Papa Francisco quien ha llevado el llamado a la Nueva Evangelización.

“El Papa Francisco fuertemente promueve la exclusividad de todos en donde todos se sientan amados, bienvenidos, perdonados y animados a vivir los valores del Evangelio,” dijo el Obispo.

Durante sus comentarios finales el Obispo Solis dijo que “cuarenta años de mi vida sacerdotal y ministerio son una verdadera primavera de las bendiciones ilimitadas de Dios,” y se comprometió a “servir, predicar, enseñar, santificar, guiar y amar esperando por Su don último en el cielo.”

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