Traducción: Laura Vallejo
SALT LAKE CITY — Este año el Memorial Day, fue un día soleado con cielos azules y una cálida temperatura, permitiendo que la Misa en el cementerio Católico Mount Calvary fuese celebrada en el exterior en lugar de al interior en el mausoleo, como se hace cuando el clima no es bueno.
Antes de que la Misa comenzara, los miembros de los Caballeros de Colón de Utah izaron la bandera detrás del altar.
El Obispo Oscar A. Solis presidió la Misa. Conce-lebrando estuvieron Monseñor Colin F. Bircumshaw, vicario general; Monseñor J. Terrence Fitzgerald, vicario general emérito; así como varios sacerdotes diocesanos. Asistiendo estuvieron los diáconos George Reade, canciller y el diácono Dale Dillon.
La celebración litúrgica fue parte de un día, “que nuestra nación selecciono para recordar, orar y para honrar a aquellos hombres y mujeres en los servicios militares que con valentía sirvieron a nuestro país, lucharon y fallecieron por la libertad,” dijo el Obispo Solis durante su homilía hablando en inglés y en español. “Hoy nos reunimos aquí para recordar el sacrificio último que han realizado; dar sus vidas para que podamos vivir en libertad y disfrutar estabilidad, prosperidad y paz.”
El Obispo reconoció la pena y el sufrimiento de los seres queridos de quienes han fallecido, así como de los veteranos que sirven en zonas de guerra.
“Ofrecemos nuestras oraciones recordando a nuestros queridos difuntos en el contexto de la Santa Misa, recordando el sacrificio de Cristo, quien dio su vida en la Cruz por nuestra salvación, por la reconciliación y por la paz,” dijo el Obispo Solis. “El acto heroico de Cristo fue el cumplimiento de la promesa de Dios de sanación cuando nuestros corazones están devastados, dando confort a quienes sufren, y dando la paz prometida,,,”
La Misa, “es una gran ocasión para reflexionar en el heroísmo de nuestros soldados, quienes dejan el confort de sus hogares y de sus familias y ponen sus vidas en riesgo, para que otros puedan vivir, y para que nuestro mundo sea un mejor lugar para vivir,” dijo el Obispo. “Su generosidad va en contraste con la cultura del individualismo que se enfoca solo en el interés personal, y la indiferencia y sufrimientos y necesidades de los demás.”
El Obispo dijo que mientras que es fácil perder de vista lo que los demás hacen y “el sacrificio que celebramos en nuestra Santa Misa y recordamos a maestros soldados caídos y veteranos en el Memorial Day nos brinda un faro de luz y un sentido de esperanza. La libertad y paz que hoy disfrutamos no existiría sin sacrificio.”
El heroísmo inspira a los demás, dijo el Obispo Solis agregando que “el amor sacrificial nos recuerda el amor de Dios y la bondad de la humanidad, la cual nos sirve de inspiración para emular e imitar.”
Al recordar a quienes han marcado la diferencia en el mundo, “es solo posible con un corazón agradecido, un corazón que agradece y reconoce la bondad en los demás, así como su generosidad. El día de hoy en solidaridad con las familias, familiares y amigos de nuestros hombres y mujeres caídos en el servicio, junto a otros veteranos y con quienes están de servicio activo, recordamos, honramos y oramos con gratitud y esperanza en su eterno descanso en el cielo. Valoremos su legado y promovamos la paz en nuestro país y en nuestro mundo. Oremos y confiemos sus almas en la amorosas y salvadoras manos de Dios, para que disfruten la alegría eterna que merecen, y que así descansen en paz.”
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