Congreso Pastoral Diocesano 2021: Presentación del Hno. Loughlan Sofield, ST

Friday, Sep. 24, 2021
Congreso Pastoral Diocesano 2021: Presentación del Hno. Loughlan Sofield, ST + Enlarge
Hno. Loughlan Sofield
By Marie Mischel
Intermountain Catholic

Traducción: Laura Vallejo

SALT LAKE CITY — El presentador para la parte en inglés del Congreso Pastoral 2021 fue el Hermano  Loughlan Sofield, ST. Su preentacion se titulo “Liderazgo en la Iglesia Pandémica.”

Un Misionero Siervo de la Santisima Trinidad el Hno. Loughlan ha servido en el comité de consejeros  del comité sobre laicos, familia, mujeres y jóvenes de la Conferencia de Obispso Católicos de los Estados Unidos. Ha escrito acerca del ministerio de colaboración, construcción de comunidades y resolución de conflictos. En la dieciséis de Salt Lake City el Hno. Loughlan ha sido presentador en el programa de formación de ministros laicos eclesiales, en inglés.

Durante su presentación para el Congreso Pastoral, el Hno. Loughlan comenzó con una oración de Santa Teresa de Ávila que comienza: “ Cristo no tiene otro cuerpo que el tuyo. Ni manos, ni pies en la tierra sino los tuyos. Tuyos son los ojos con los que Él mira compasivo a ...”.

El Hno. Loughlan dijo que usa esta oración cuando habló en parroquias misioneras, “pues ayuda a darse cuenta del llamado individual a vivir a Cristo.”

Durante su presentación habló de dos llamados presentados en el documento de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos del 1995 “ Llamados y Dotados para El Tercer Milenio.” El Hno. Loughlan fijo que en el documento los Obispos hablan de una espiritualidad activa que llega de las virtudes vivas, y también habla de que las personas están llamadas a hacer ministerio en sus hogares, lugares de trabajo, y vecindades.

El El Hno. Loughlan pregunto qué porcentaje de los dones que Dios ha puesto en las parroquias en quienes lo escuchan son puestos en acción. “Uno se puede imaginar lo que su parroquia quisiera si ustedes crearan un espacio en donde todos comenzaran a darse cuenta de su llamado al ministerio,” dijo.

Los Católicos están llamados a ser modelos de Cristo, quien fue compasivo, ofreció sanación y perdón y quien estaba lleno de vida y fue “discípulo de esperanza.” Dijo el el Hno. Loughlan, proce-diendo a platicar sobre cada una de esas virtudes.

“Creo que si queremos ser a semejanza de Cristo tenemos que ser más compasivos,” dijo el  Hno. Loughlan . “Para mí la compasión es el lugar en donde la espiritualidad y el ministerio se unen.”

Para hacer ministerio  la persona primero tiene que escuchar la historia. ¿Cómo puedo ser compasivo si no conozco la historia de la otra persona, si nunca he tenido tiempo para escucharlos?...Escuchar es un ministerio,”  dijo el Hno. Loughlan

Acerca del tema del perdón el Hno. Loughlan citó el catecismo de la Iglesia Católica. “Ahora bien, lo temible es que este desbordamiento de misericordia no puede penetrar en nuestro corazón mientras no hayamos perdonado a los que nos han ofendido. El Amor, como el Cuerpo de Cristo, es indivisible; no podemos amar a Dios a quien no vemos, si no amamos al hermano, a la hermana a quien vemos (cf 1 Jn 4, 20). Al negarse a perdonar a nuestros hermanos y hermanas, el corazón se cierra, su dureza lo hace impermeable al amor misericordioso del Padre; en la confesión del propio pecado, el corazón se abre a su gracia.” (2840)

“Dios es amor, Dios es misericordia, no puedo entrar si no puedo personar,” dijo el Hno. Loughlan.

El Hno. Loughlan urgió a las personas a ser pacientes en el proceso.

“Por favor no se apuren hacia el perdón, ya que si lo hacen, todo lo que será será un seudo perdón. El perdón toma tiempo,” dijo Hno. Loughlan

El primer paso para tratar con una perdida es también lo mismo que el perdón: el reconocer las emociones que se sienten. Esas emociones pueden ser aceptadas y habladas, fijo el Hno. Loughlan, y las personas deben de darles el suficiente tiempo para estar de luto antes de permitir que alguien más llegue a sus vidas.

“Nuestras Iglesias, nuestras parroquias, tienen que hacer más en términos de ayudar a las personas a través de su luto,” dijo el Hno. Loughlan.

La esperanza es necesaria en el mundo de hoy en día dijo el Hno. Particularmente en los tiempos post pandémicos cuando las personas se encuentran sin esperanza.

“El deseo y hambre de esperanza es universal,” dijo el Hno. Loughlan agregando que “somos personas de resurrección… tenemos que ser testigos de la resurrección de las personas.”

Para ser discípulos misioneros, las parroquias le pueden pedir a las personas que ofrezcan sus dones, no solo lo que consideran cosas positivas sino también cosas como el sufrimiento por una muerte de un hijo, una historia que puede ser compartida para hacer ministerio con otros quienes pasan por situaciones similares.

El video del Hno.Loughan puede ser accesado en  https://www.dioslc.org/ bajo Congreso Pastoral 2021.

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