Traducción: Laura Vallejo
MIDWAY — Seis sacerdotes diocesanos quienes se encuentran celebrando aniversarios significativos de su ordenación sacerdotal fueron celebrados durante la convocación sacerdotal celebrada del 10 al 13 de octubre en el Resort Homestead en Midway.
Cuatro de los sacerdotes celebran 25 años de sacerdocio, ellos son el padre Gustavo Vidal, párroco de la Iglesia de St. Rose of Lima en Layton, quien fue ordenado al sacerdocio el 28 de junio de 1997; el padre Rowland Nwokocha, párroco de St. Pius X en Moab y sus misiones quien fue ordenado al sacerdocio el 2 de agosto de 1997; el padre Sébastien Sasa, párroco de la Iglesia de San Pedro y San Pablo en West Valley City, quien fue ordenado al sacerdocio el 30 de noviembre de 1997; y el padre Marco Tulio Lopez, párroco de la Iglesia de St. Bridget y sus misiones quien fue ordenado al sacerdocio el 20 de diciembre de 1997.
Los dos sacerdotes celebrando 50 años de ordenación sacerdotal son el padre Jan Bednarz y monseñor Robert Bussen, ambos sacerdotes diocesanos jubilados.
Además durante la asamblea también fue reconocido monseñor J. Terrence Fitzgerald, vicario general emérito quien este año celebra 60 años de su ordenación sacerdotal, Monseñor fue ordenado al sacerdocio el 12 de mayo de 1962.
El padre Jan Bednarz no estivo presente en la convocación. El padre John Evans, quien fue el moderador de la celebración dijo que reconocerían al padre Bednarz en otro momento.
Cada uno de los celebrados fue presentado por los demás sacerdotes.
El padre Ken Vialpando, vicario diocesano de clero, noto que el padre Vidal había sido seleccionado como presidente del consejo estudiantil del seminario Mount Angel, “y ustedes saben que no seleccionan a cualquier persona, seleccionan a una persona con la que realmente puedan confiar y quien pueda guiar a las personas hacia la dirección correcta.”
Durante sus comentarios le padre Vidal, nativo de Colombia, dijo que el llegar a la Diócesis de Salt Lake City, “para mí, ha sido una experiencia de vida.” Durante sus 25 años como sacerdote ha aprendido mucho, dijo el padre agregando que “las experiencias que he tenido en mi ministerio con el Pueblo, no creo que las hubiese tenido si me hubiese casado o seguido otra vocación… así es que estoy muy agradecido con nuestro Señor por el llamado de mi vida.”
El padre Albert Kileo, párroco de la Iglesia de St. Anthony of Padua en Helper, dijo que el padre Nwokocha “ha disfrutado Utah desde su llegada en el 2013 y ha aprendido que Utah tiene muchos hermosos parques nacionales, y el es una persona más de hogar que del exterior… Lo único que lo asusta es el primer domingo de mes, cuando tiene que cubrir 320 millas [manejando entre las misiones].”
El padre Nwokocha, nativo de Nigeria, dijo que cuando llegó a los Estados Unidos le costó mucho poder aprender la cultura americana, pero se ha dado cuenta de que su trabajo es llevar los misterios del reino de Dios a las personas de todas las edades, “de tal manera que las personas puedan entenderlo, y el día de mañana tengan la energía espiritual… Cada vez que estoy en la Iglesia, siempre estoy tratando de trabajar en mí mismo y en homilía para poder transmitir el mensaje.”
El padre Rafael Murillo, administrador de la parroquia de St. Marguerite en Tooele, en el 2005 conoció al padre Sasa, cuando este llegó a los Estados Unidos a visitar a su hermano. El padre Murillo quien en ese entonces estaba en la misión de St. Elizabeth le enseñó al padre Sasa las misiones del centro de Utah. Al año siguiente cuando el padre Sasa volvió de visita el padre Murillo lo presentó con el Reverendísimo John C. Wester, noveno Obispo de Salt Lake City y en el 2017 el padre Sasa aceptó su primera asignación en Utah como vicario parroquial y capellán para la diócesis. “Este sacerdote es un símbolo de que nunca sabemos a donde nos llevará Dios o en qué dirección nos pondrá,” dijo el padre Murillo.
Durante sus comentarios el padre Sasa agradeció a los demás sacerdotes, “por ayudarme a estar aquí, en nuestra Iglesia local.” Originalmente el padre no tenía planes de llegar a Utah después de haber terminado sus estudios en Italia., pero cuando le dijo a su Obispo de sus planes de regresar al Congo, su Obispo le sugirió ir a Utah como misionero. El padre ahora habla inglés y español, y sigue con sus estudios, remarcando que como sacerdote, “nuestra misión es ayudar a nuestros hermanos y hermanas a conocer a Jesús. Después a amar a Jesús, y por último a proclamar a Jesús Rey de Reyes…”
El padre Francisco Pires, párroco de la Iglesia de St. Henry en Brigham City y de la misión de Santa Ana en Tremonton, dijo que durante la pandemia del COVID el padre Lopez se tomó muy en serio el conectar con sus feligreses, y lo hizo a través del teléfono, “orando juntos, cantando juntos, y celebrando juntos.” Además, cuando el Obispo Oscar A. Solis, presentó el Plan Pastoral dio-cesano, el padre López, “probablemente… fue uno de los primeros en abrazar la idea, y desde entonces lo ha sido muy entusiastamente,” y sigue usando el internet para evangelizar, dándole a sus feligreses en su misión la oportunidad de estudiar teología.
El padre Lopez dijo que su aniversario ha sido la me-ditación de las palabras del Salmo 116. “¿Cómo le devol-veré al Señor todo el bien que me ha hecho?, ya que para mí ser sacerdote es una gracia no merecida. Al meditar brevemente sobre mis 25 años como sacerdote, puedodecir, ‘Gracias Dios,. Estoy feliz. Amo ser sacerdote, y amo mi ministerio sacerdotal.’ Reconozco que el camino no lo he andado solo”. El padre agradeció a los demás sacerdotes por acompañarlo y por “inspirarme con su ejemplo para continuar sirviendo al Señor en esta porción de nuestra Iglesia.”
El padre Martin Diaz, rector de la Catedral de la Magdalena, dijo que Monseñor Bu-ssen no solo ha servido en muchas parroquias en la diócesis, también fue vicario gene-ral de la misma, cuando el Reverendísimo William K. Weigand fue Obispo. Después el padre Diaz compartió un recuerdo personal, diciendo que poco ante de llegar a la diócesis fue asignado para apoyar en la parroquia de Saint Mary of the Assumption en Park City. Un domingo de tormenta fue a celebrar Misa a la antigua Iglesia, y “conforme me acercaba a la Iglesia, vi tres pies de nieve…y allí estaba monseñor Bussen con una pala, paleando la nieve, para hacer un camino para que las persona pudiesen entrar a la parroquia.”
Monseñor Bussen, quien fue ordenado en 1971 pero en la clase de 1972, dijo que ha tenido tres grandes amores: las personas en la parroquia de St. Thomas Aquinas en Logan, la cual fue su primera asignación; las personas de la parroquia de St. Mary of the Assumption en Park City, y las personas de la parroquia de St. Lawrence en Heber; así cómo la gente del sureste de Utah, especialmente en la parroquia de Christ the King y sus seis misiones. “Todas me han enseñado lo que significa ser Católico,” dijo Monseñor Bussen. “Yo los quiero y ellos me quieren, y yo amo ser sacerdote para la Diócesis de Salt Lake City.”
“Monseñor Fitzgerald siempre nos ha cuidado, no solo a mí sino a muchos,” dijo el padre Evans. “El ha sido una inspiración; ha estado detrás de tantas vidas y verdaderamente estamos agradecidos.”
Monseñor Fitzgerald agradeció a los sacerdotes quienes le ofrecieron una ovación de pie.
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